Mercado de trabajo 2009

2 Los trabajadores informales

Esta sección pretende continuar el análisis de la informalidad laboral4 realizado en las publicaciones anteriores. Particularmente, como se señala más arriba, en el último año se observa un cambio de comportamiento en las condiciones del mercado laboral y un incremento en la informalización con relación a los seis años anteriores. Para validar esta observación, en la evolución de la informalidad (Cuadros 6 y 7) se explora, también, el comportamiento del empleo no registrado (Gráfico 8). Este análisis en conjunto permite explicar la respuesta a los cambios coyunturales desde la óptica de las empresas.

Al sector informal lo caracterizan diversos factores: reducida cantidad de capital por trabajador, bajo nivel tecnológico, limitada división social del trabajo, mano de obra poco calificada, predominio de actividades unipersonales, escaso desarrollo de relaciones salariales, inobservancia de normas que regulan la actividad formal, operaciones de pequeña escala, entre otros (OIT Programa Regional de Empleo para America Latina y el Caribe). Esta caracterización no sólo se extiende al empleo en el sector tradicionalmente denominado "informal", sino también incluye franjas de trabajadores no sujetos a la legislación laboral vigente, independientemente del sector formal o informal en que se desempeñen (Pok y Lorenzetti, 2004 y Monza, 2000). También comprende a la población asalariada que, por estar en condiciones laborales marcadas por una inserción ocupacional endeble y de baja calidad, se desempeñaba en puestos de trabajo precario.

Generalmente, la evolución de la informalidad está relacionada con el comportamiento de la economía; en épocas recesivas su presencia tiende a incrementarse, y en momentos de expansión, se espera que se reduzca. Al observar el comportamiento de los trabajadores de acuerdo con su condición de informalidad, se refuerza lo advertido en los indicadores anteriores. Durante el periodo 2003-2009, la disminución acumulada de la participación porcentual de los informales en la población ocupada es del 15,7% (Cuadro 6); la mayor reducción interanual de los trabajadores informales se produce en 2008. En 2009 la informalidad crece el 4,0% respecto al año anterior quebrando la tendencia decreciente observada desde el comienzo. A la vez, se verifica una caída del 1,7% de la población de trabajadores formales, resaltándose que constituye el primer año de la serie con ese comportamiento.

Cuadro 6 Distribución porcentual de la población ocupada por condición de informalidad. Ciudad de Buenos Aires. Años 2003/2009

Según se observa en el Cuadro 7, la variación acumulada de la participación de los trabajadores asalariados en la población ocupada informal del período 2003-2009 exhibe un incremento del 5,0%. Sin embargo, en 2009, por segundo año consecutivo, se produce la reducción de su participación, alcanzando el 74,2%. De manera equivalente, la participación de los no asalariados en el período en análisis disminuye en 12,2%, aunque en los últimos dos años, registra un incremento, alcanzando el 25,8%. El comportamiento es muy similar al observado en la población ocupada detallado más arriba (Gráfico 5).

Cuadro 7 Distribución porcentual de la población ocupada informal según categoría ocupacional. Ciudad de Buenos Aires. Años 2003/2009

La cotización al régimen previsional de la población ocupada informal permite distinguir la naturaleza de la informalidad: si obedece al aumento del empleo no registrado o a contratos de trabajo no permanentes.

El trabajo no registrado —trabajadores que no cuentan con aportes al sistema jubilatorio realizados por los empleadores— es una de las formas que adopta la precarización de las relaciones laborales5. Quienes se encuentran en esa situación, generalmente, no obtienen ciertos derechos sociales que garantizan el acceso a su seguridad social y al de su familia.

En el año 2009 (Gráfico 8), a quienes no se les descuenta el aporte previsional ni aportan por sí mismos, muestran el mínimo porcentaje de participación (58,0); desde 2003, con excepción de 2008, se verifica una tendencia decreciente.

En cambio, quienes aportan por sí mismos alcanzan su mayor porcentaje en 2009 (26,2%). La proporción de aquellos a quienes les descuentan aportes jubilatorios no muestra un cambio significativo respecto a 2008, manteniéndose en el 15,8% de la población asalariada informal con un incremento de 3,5 puntos porcentuales en el periodo. De esta manera, los informales que cotizaban en el sistema previsional pero contaban con acuerdos laborales no permanentes y precarios alcanzan el máximo valor de la serie, 42,0%, en el último año.

Si bien la proporción de los no asalariados informales aumentó en 2009 repitiendo el comportamiento del año anterior, existe una diferencia respecto a este último. Los que más aumentan su participación, alcanzando el máximo valor de la serie, son los que aportan por sí mismos para la jubilación, acompañados de la reducción de 2,0 puntos porcentuales del empleo no registrado.

El efecto del contexto económico muestra que, si bien el empleo no registrado disminuye retomando la tendencia observada a lo largo del periodo de crecimiento, aumenta la participación de los trabajadores informales con contratos precarios y no permanentes, particularmente, con aquellos que realizan los aportes por sí mismos. Las empresas respondieron con mayor informalización del trabajo a través de la utilización de mano de obra con contratos de trabajos transitorios y sin alguna relación de dependencia. Se podría deducir, entonces, que los efectos económicos sobre los informales no fueron suficientemente negativos como para acrecentar la informalidad mediante el empleo no registrado sino a través de la contratación de trabajadores informales independientes.

Gráfico 8 Distribución porcentual de la población asalariada informal según cotización al régimen previsional. Ciudad de Buenos Aires. Años 2003/2009

4 La metodología utilizada para la determinación de la condición de informalidad de los trabajadores continúa, a grandes rasgos, los criterios esgrimidos en la publicación EAH "Aspectos Laborales 2004–2005". Se resalta que en la presente publicación se modifica la determinación de suficiencia o insuficiencia de ingresos para los trabajadores independientes no profesionales en empresas de hasta 5 personas utilizada en las publicaciones anteriores. El cálculo de informalidad para este grupo en particular se realizó comparando el ingreso de la ocupación principal con el valor del salario mínimo vigente a octubre 2009 ($1440), en lugar del costo de la canasta básica total. Asimismo, se optó por incluir dentro de los ocupados formales a todos los trabajadores por cuenta propia profesionales, respondan o no respondan ingresos.
Por ende, en el conjunto de los trabajadores informales asalariados se identifica —siempre excluyendo a los trabajadores que se desempeñan en actividades ligadas al servicio doméstico— a los que no se les descuentan los aportes jubilatorios y a los que, si bien se los descuentan, exhiben otros factores que los sumergen en la informalidad laboral, fundamentalmente, los acuerdos laborales no permanentes.
En relación con los trabajadores independientes se identifican como informales a los no profesionales que declararon ingresos insuficientes. El ingreso insuficiente surge de la comparación del ingreso de la ocupación principal con el valor del salario mínimo, vital y móvil vigente, se entiende que si el ingreso es menor al salario mínimo mencionado, adquiere el status de "insuficiente". El grupo quedaría compuesto por trabajadores por cuenta propia y patrones con calificación técnica, operativa o no calificados con ingresos insuficientes. En el caso de los trabajadores independientes que no respondieron la consulta sobre los ingresos percibidos, el tratamiento metodológico utiliza tres variables de reemplazo: calificación ocupacional, tamaño del establecimiento y subocupación horaria. De tal manera, el subgrupo de informalidad está compuesto por quienes poseen escasa calificación y se desempeñan en establecimientos de hasta 5 trabajadores y por quienes tienen calificación técnica y se desempeñan en establecimientos de hasta 5 empleados pero son subocupados netos. Por último, los trabajadores independientes incluyen a los trabajadores familiares de calificación técnica, operativa o no calificados que se desempeñan en establecimientos de hasta 5 personas.

5 Las formas más fuertemente tipificadas que asume el empleo precario, son las reconocidas como empleo clandestino o desprotegido, el empleo a tiempo parcial, el empleo temporario y el empleo asalariado fraudulento (Feldman, S. y Galín, P. 1990 y Pok, C. y Lorenzetti, A. 2007).

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